Las TIC llegaron hace años para quedarse y desde luego que se han quedado. Mi primer contacto como tal con la tecnología fue a los nueve años, cuando recibí mi primer teléfono móvil. Hasta ese momento lo máximo que había usado la tecnología era para ver los dibujos animados en la televisión. Este móvil no tiene ni punto de comparación con los smartphone de hoy en día, tenía teclas, servía sólo para llamar y únicamente podía jugar al juego de la serpiente en él.
A medida que fui creciendo la influencia de las TIC fue mayor. Ya la sociedad, incluyéndome, dependía de la tecnología para casi todo. Usaba las TIC para comunicarme con los compañeros de mi clase, ya fuera para saber cómo se hacía cierto ejercicio de matemáticas o para hacer un videojuego en tecnología. También es cierto que tanto en mi colegio como en mi instituto no usábamos las TIC excesivamente, simplemente para hacer trabajos puntuales, como hacer una replica de nuestro instituto en minecraft, en tercero de la ESO o un videojuego con scratch en cuarto de la ESO.
Si de algo estoy segura, es que las TIC han sido muy útiles tanto en el ámbito académico y profesional como en el personal. Constituyen una herramienta que me ayuda a informarme sobre ciertos temas que no se tratan en la escuela, como las orientaciones sexuales y algunos problemas sociales, además, también permite comunicarme con personas de distintos países y culturas de manera rápida y eficaz. Aunque respecto a esto último debemos tener cuidado, porque es muy fácil hacerte pasar por alguien que no eres detrás de una pantalla y esto hace que las TIC sean un arma de doble filo que hay que saber manejar muy bien para que no te causen daño.
Lo cierto es que me parece curioso que las TIC sean tan importantes en nuestro día a día, pero que sin embargo no se enseñe la manera adecuada de usarlas. Normalmente aprendemos a usar un móvil o un ordenador de forma autodidáctica y eso puede conllevar a un uso irresponsable de estas herramientas, como por ejemplo el pasar horas utilizándolos por haber desarrollado una adicción.
Por tanto, las TIC son importantes y necesarias en la sociedad en la que vivimos actualmente, porque suponen una herramienta muy útil en todos los ámbitos de nuestra vida. Sin embargo, hay que educar tanto a niños y jóvenes como a adultos en un uso responsable de las TIC porque si son utilizadas de manera errónea, pueden suponer una fuente muy nociva para los demás y para nosotros mismos.
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